¿Sabéis hacer requesón? desde el otro día que os hablé de él, en el artículo de mis postres favoritos con queso, lleva dando vueltas en mi cabeza. Y pensé, ¿cuántos lo habrán probado?
Recuerdo, aquellos años en los que mi madre Claudia hacía el queso, y a veces, con el suero hacía el requesón. ¡Madre mía! Recuerdo perfectamente aquel sabor, cierro los ojos y parece que estoy allí. Seguro que muchos de vosotros, sabéis a que me refiero, porque lo habéis comido muchas veces. No hay uno igual al que hacen las abuelas o las madres.
Probablemente, todos habéis tomado requesón, pero yo no hablo del que compráis en el supermercado, que probablemente esté rico. Pero nada tiene que ver al requesón del que yo hablo.
¿Queréis aprender hacer requesón? Debéis saber que el requesón es un producto lácteo, que obtenemos del suero fermentado del queso.
Para elaborarlo, tenemos que calentar ese suero, a 90 grados centígrados de esta manera, las proteínas forman una masa mantecosa, de consistencia blanda y color blanquecino. Este derivado lácteo, es considerado un alimento rico en proteínas, tiene cuatro veces más proteínas que la leche y el doble que un yogur.
Todo esto es muy importante que lo sepáis, pero lo mejor es que está… ¡riquísimo! Es de esas cosas que no te cansas de comer, al menos a mi es lo que me pasa.
Si no lo habéis probado nunca, tenéis que hacerlo, porque vuestras reacciones son muy buenas. En alguna ocasión, al finalizar nuestro taller de cuajada de queso #LaAntiguaEduca lo hemos hecho y os encanta.
Os sorprendéis con el sabor de este derivado lácteo, que algunos no conocéis, mucho menos lo sabéis hacer. Como veis, son muchas las cosas que se pueden hacer con la leche, en nuestro caso de oveja.
Después de leer este artículo, ¿Os atreveríais a hacer requesón?
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