La primera vez que escuchamos hablar en los medios de comunicación sobre el COVID19 fue a finales del año. Tan sólo dos meses de diferencia entre esa noticia y la situación actual de nuestro país.
Aunque nos parezca que ha pasado más tiempo, este virus ha necesitado menos de 60 días para cambiarlo todo, y desmontar todo lo que teníamos planeado.
De no ser por el COVID19, estaríamos hablando de Alimentaria Barcelona, de cuanto queda para vernos, y de nuestro Summum 2020. Feria, que como sabéis ha sido aplazada hasta el mes de septiembre, donde os esperamos con los brazos abiertos.
Estaríamos también disfrutando de los partidos de la Selección Española de futbol, acompañándolos con nuestro queso de oveja, como sabéis es uno de los productos de El Gourmet de la Roja.
Y tantas otras cosas que han quedado aplazadas, que nos han llevado a cambiar ese ritmo frenético del día a día que ahora echamos de menos.
Este tiempo de más que ahora tenemos, nos enseña que todo puede esperar y que nada es tan importante como poder hacer lo que nos apetezca.
Como por ejemplo tomar ese café a media mañana, ir el fin de semana a visitar a tus padres o abuelos; o esa caña después de trabajar con los amigos.
Esas cosas que hoy tienen que esperar y que tanto nos gustaría hacer, son las que de verdad nos importan.
Esta situación atípica en nuestras vidas, nos demuestra que las cosas mas sencillas son las que nos hacen más felices. Las que ahora echamos tanto de menos, son a las que les prestamos poca atención en nuestro día a día.
Esa falta de atención es la que sufren, también, agricultores y ganaderos, que no paran de trabajar para que cada día podamos encontrar en los mercados todo lo que necesitamos para comer.
Productos de primera necesidad que no deben faltar en nuestra dieta diaria, como frutas, verduras, leche o productos lácteos.
El consumo de estos últimos, se ha visto incrementado en el último mes, el motivo principal es que son recomendados para hacer frente al COVID19; y así reforzar nuestro sistema inmunitario. Pero cuando todo esto acabé, ¿qué pasará?
¿Seremos capaces de aprender algo bueno de todo esto? Yo espero que sí, que valoremos el trabajo de todos los hoy están dejándose la piel para que podamos salir de esto. Que sigamos bajando al comercio más cercano a comprar las cosas que necesitamos.
Que pensemos en la frutería de abajo, en la carnicería o pescadería que nos llevaron la compra a casa cuando no podíamos salir.
Espero que cuando pase el tiempo, seamos capaces de vivir de otra manera. Porque seríamos muy tontos, si después de todo esto seguimos viviendo como hasta ahora.
¡Saldremos adelante juntos!
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