¿Os gusta el queso? ¿Cuántas veces al día lo tomáis? A mi el queso me encanta, y cada hora del día me parece un buen momento para disfrutar de un pedazo de este manjar. ¿Os pasa como a mí? Entonces, sois adictos al queso.
Quizás estás leyendo esto, y piensas que me he vuelto loco, porque no son señales de ser adictos al queso, pero es que mientras escribía esas líneas me he imaginado una tabla de queso, un risotto, y de postre tarta de queso. Y estoy seguro que a muchos de vosotros os ha pasado lo mismo. Nunca está de más un pedacito de queso.
Es cierto, que puede que haya exagerado un poco, pero somos muchos los que perdemos la cabeza por el queso. Si estos argumentos no te sirven, aquí te voy a contar más motivos por los que puede que seas uno de los míos.
Si cada vez que tienes una cuña de queso en la mano se te hace la boca agua, si no eres capaz de parar, no te preocupes este es uno de los alimentos más adictivos; y es que contiene una caseína, sustancia que está presente en todos los lácteos, que está muy concentrada. Cuando realizamos la digestión, la caseína se mezcla con los jugos gástricos y se produce una reacción química que crea la casomorfina; esta es una sustancia similar a la morfina y los opiáceos.
Nos generan una sensación muy agradable, de relax y bienestar, podríamos comparar esta reacción, como cuando nuestro cuerpo libera endorfinas.
Cuando elaboramos el queso, la mayoría del agua de la leche se evapora, esto hace que la concentración de caseína y grasa sea mayor, y por ello es más adictivo que otros lácteos.
Además, reconozcámoslo, hay tantos quesos donde elegir, de los que poder disfrutar que es dificil no caer en la tentación. Queso de oveja añejo, un queso tierno de cabra, o un delicioso queso de vaca. ¡Madre mía!
Esta es la explicación técnica, adictos al queso ¿cuántos placeres hay, como el de comer un pedazo de queso? Os dejo, que voy a por una tabla de queso, para compartir con los míos, ¿tú cómo vas a disfrutar del queso hoy?
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