¡Cómo cambia la vida! La Navidad, ese período en el que miras atrás y te das cuenta de cómo han cambiado las cosas.
Esa ilusión de cuando éramos niños, corríamos por el pueblo y nada nos preocupaba.
Ahora estas fechas nos hacen mirar atrás, valorar el año que despedimos. La verdad, ¿Cuántas cosas pasan en un año?
Hay cosas buenas y otras no tanto, cosas que nos ayudan a crecer, que nos enseñan y sobre todo nos hacen pensar.
Para mí la Navidad es juntarme con los míos, caminar por el pueblo, por esas calles por las que de niño corría.
Estar con los amigos, y recordar cuando éramos jóvenes. Si, es algo que con los años a todos nos pasa.
Recordar, recordar aquellos tiempos en los que solo teníamos que disfrutar, donde no había preocupaciones y los amigos eran de verdad.
Ya os he contado alguna vez cómo era la noche de nochevieja y los desayunos con mis amigos con huevos fritos y chorizo.
Y si los amigos son importantes, la Familia es algo, inexplicable. A veces, podemos pelear, pero ellos son los que siempre están.
Sin la familia nada tendría sentido, al menos así lo pienso yo. Ellos son los que nos apoyan, los que nos animan, los que nos quieren y los que nos aguantan; lo reconozco aguantarme, en algunas ocasiones no es tarea fácil.
Por eso, tenemos que cuidarla, una vez leí que el trabajo es una pelota, si la tiras contra el suelo ella vuelve, así según vayas realizando cosas en este ámbito. Pero esto no pasa con la familia, ésta es una bola de cristal, y si la tiras al suelo se rompe.
Qué os quiero decir con esto, que el trabajo hay que realizarlo por supuesto, pero que hay cosas a las que hay que prestarles un cariño y mimo especial y la familia es una de ellas.
Y sí, quizás en estas fechas a todos nos entra la nostalgia, pero hay ciertas cosas que hay que cuidarlas siempre.
Porque al final, es lo que nos queda, porque cuando te sientas con los amigos recuerdas aquello que te hizo feliz.
Al igual que con tu familia, cuando te sientas alrededor de esa mesa llena de comida, los miras y sonríes.
Si me permitís que os de un consejo, disfrutad, llenad la vida de momentos que merezcan ser recordados con el paso de los años.
Porque creedme cuando os digo que al final, es lo único que importa.
¡Feliz Navidad!
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