Hace una semana recibía una invitación muy especial, Jose Antonio Pascual, me invitaba a la inauguración de su exposición.
Pensaréis y Quién es Jose Antonio, es un fotógrafo de Zamora, amante de su trabajo, que captura historias para trasmitirlas al resto.
Varios premios que avalan su buen hacer, entre ellos, ganador del XXIII Concurso Nacional de Fotografía Semana Santa de Zamora, donde obtuvo una mención especial.
El día 1 de julio, se inauguró “Nómadas, Trashumantes de Aliste”, con este nombre ya sabéis de que va la cosa ¿no?
Seis años son los que ha dedicado José Antonio a este proyecto, con el que pretende acercar al visitante la tradición de la trashumancia de ganado al oeste de la provincia de Zamora.
Un viaje fotográfico, que nos lleva al mundo de los pastores, nómadas de la ganadería, de hoy, que repiten cada verano un viaje a través de las comarcas del oeste de Zamora.
Normalmente, este modo de vida, es heredado de sus antepasados, y aún hay quién se resiste a que esta tradición caiga en el olvido.
Esta práctica que ha llegado hasta nuestros días, continuando con la manera de hacer de las primeras tribus celtas que poblaron la provincia. El espíritu de éstos, aún pervive en los herederos de la práctica.
Rebaños en su mayoría de ovejas, aunque en algunos casos también hay cabras, que junto a los perros pastores, forman una cabaña ganadera de más de 5000 cabezas.
Trashumantes, que han convivido durante años con los trashumantes extremeños, conocidos como los “churreros” de Aliste, que son el último vestigio de pastoreo trashumante que sobrevive en la provincia.
Un oficio cada vez más en el olvido, que cada verano estos pastores rescatan, para que no se pierda esta modo de vida.
Y para que no caiga en el olvido, nosotros aportamos nuestro granito de arena, y en nuestro congreso Cocina con Queso y Humor, donde hemos dado premios al Pastor, porque queremos que se reconozca esta labor.
Un premio al pastor tradicional, de siempre, cuando en épocas de trashumancia, el frío, la lluvia, y separado de su familia. Días duros, que merecen este reconocimiento.
El segundo premio, a nuevos pastores, reconociendo la labor, abriendo nuevas iniciativas, que permiten avanzar al sector.
Sí amigos, esta exposición, me ha llevado a aquellos años, en los que el pastor era yo. Los años en que iba con mi abuelo al campo, estaba con las ovejas, cuantas cosas aprendí.
Todas esas cosas, que hoy intento trasmitiros, yo soy quinta generación de pastores, de lo que me siento muy orgulloso. Os lo he repetido muchas veces, yo lo sé, pero es que esta exposición, me ha llegado al corazón.
Así que, solo puedo deciros que os acerquéis, tenéis hasta el 31 de julio para disfrutar de esta maravilla. Algo único, algo que me encanta, porque no debemos perder nuestras raíces.
En la Sala de Exposiciones de la Encarnación de la excelentísima Diputación de Zamora, (Plaza de Viriato), podrás disfrutar de esta maravilla, acércate y disfruta.
Yo quiero despedirme, dando las gracias a José Antonio, por este trabajo tan bonito, y que considero tan necesario, porque es la manera que tenemos de acercar el mundo de los pastores al resto de personas.
¿Os animáis a visitarla?
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