En un abrir y cerrar de ojos la vida nos cambió. No éramos conscientes de lo que venía y de lo que el coronavirus significaría en nuestra vida. Era enero cuando comenzamos a escuchar hablar de “coronavirus” un virus que había en China, sin saber cómo ni cuando este bicho estaba en Italia, en la televisión no hablaban de otra cosa y de pronto ¡llegó a España!
Recuerdo, esos días previos al confinamiento, habíamos estado en la Feria del Queso en Francia, y sentí miedo al ver como la gente entraba en nuestro país sin ningún tipo de control, ni protección.
Desde ese momento empecé a darle vueltas a la cabeza, preocupación, qué hacemos en la empresa, tenemos material de protección, que personas pueden tele-trabajar.
Y como ya sabéis, la situación explotó, todo el país se paraba, las ciudades vacías y las casas se convirtieron en un refugio.
Es ahí, cuando piensas que son más de 500 ganaderos a los que les recogemos la leche cada día, trabajadores y es el momento de cambiarlo todo para poder seguir, y poder hacerlo con las medidas de seguridad necesarias para todas las personas.
¡Es increíble! Todo cambia en un momento, y en menos de dos días fuimos capaces de reorganizar una empresa, viendo como la mayoría de los trabajadores continuaba con su jornada laboral en casa.
¿Sabéis una cosa? Se puede vivir sin fútbol, más de un mes, dos y hasta tres. Pero no podemos vivir sin nuestros ganaderos y agricultores. Ellos que estaban en las carreteras manifestándose, no dudaron en volver a su puesto, e incluso echar una mano cuando se les ha necesitado.
“Y ahora, ¿qué hacemos?” es el título de este artículo, y es que ante esta situación vivida, y la que nos viene solo podemos hacer una cosa ¡reinventarnos!
Nos toca darle una vuelta a todo, y lo más importante es momento de unirnos. Nuestros productos no son valorados como tal, por eso es importante reeducar al consumidor, fomentar cultura de queso en nuestro país.
Para conseguirlo, es más fácil si lo hacemos juntos, proyectos en común de los fabricantes, tiendas especializadas; poder sentarnos a debatir. En definitiva, mil cosas que hacemos por separado, poder darles un contenido y un enfoque.
Porque una cosa está clara, sin cultura, ni conocimientos, nosotros no tenemos futuro y este es el gran problema.
¡Es momento de actuar!
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