¿Alguna vez, os ha pasado, entrar en un bar por primera vez y sentir que te conocen de toda la vida?
A mi sí, y fue en uno de tantos viajes a Barcelona, donde conocí a un tipo especial, así como yo, pero en vez de loco por el Queso, loco por la Ginebra.
Os voy a contar, cómo fue. Después de cenar, mi equipo y yo íbamos paseando tranquilamente, como no conocíamos la zona, no teníamos rumbo fijo.
Y caminando, llegamos hasta un bar que nos gustó y decidimos entrar a tomar un Gin Tonic, nos sentamos y esperamos a qué nos lo trajeran. Todo muy normal, estaréis pensando.
Mi sorpresa fue, cuando el camarero se acerca nos sirve, y a continuación viene otro hombre, con varias botellas de ginebra en la mano, y comienza a explicarnos, qué llevaba cada copa, y sí el tío sabía de lo que hablaba.
Lo que yo entiendo de gin tonic es si me gusta o no, así que escuché atentamente las explicaciones que nos daba. Nos fue explicando una por una las copas que había servido, qué llevaba y porqué se había utilizado esa tónica.
Una vez que acabó la explicación, nos dijo que las probasemos, y que si no nos gustaba que nos las retirarían y nos servirán otra.
La verdad, me quedé sorprendido, tantas vueltas que he dado por el mundo y en pocas ocasiones he recibido un trato tan cercano y especializado como este.
Un hombre que sabía de qué hablaba, que su principal objetivo es que el cliente sepa que está tomando, y porque esta hecho así.
Un bar, que tiene el producto que los clientes eligen. Que no se deja llevar por las modas, que ya sabéis que son pasajeras.
Así que este bar, pasó de ser un bar de paso, a ser el bar al que voy cada vez que estoy en Barcelona.
Si, Pau me ganó, por su profesionalidad, su manera de trabajar, su cercanía y su amabilidad.
Y este trato cerano y amable, es el que intentamos llevar a cabo desde Quesería La Antigua, nuestro principal objetivo es que nuestros clientes estén cómodos, contentos y se sientan queridos.
Y ya me conocéis, yo desprendo cariño por los cuatro costados, así que en Alimentaria hemos querido cuidar a los nuestros. Porque yo soy de los que piensa que con cariño todo se hace mejor, y aunque trabajar hay que trabajar,no me negareis que cuando uno está agusto todo es más fácil.
Así que estos días de feria, hemos estado trabajando codo con codo con nuestros distribuidores, potenciando y motivando a su equipo comercial, como su imagen de marca.
A veces soy cliente, y otras soy jefe, y cuando soy cliente me gusta que me traten como lo hizo Pau, porque el recuerdo que deja un trato amigo, es difícil de olvidar.
¿Que haces Tu por tus clientes?…
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