El pasado 11 de abril tuve el placer de coincidir con un fenómeno del jamón: Florencio Sanchidrián.
Fue en un evento organizado por la fundación raíces, en el Hotel Adler de Madrid, donde tuve la oportunidad de reencontrarme con este amigo.
Florencio Sanchidrián, es embajador del jamón ibérico del mundo. Comenzó en este mundo, como empiezan las grandes historias, sin querer.
Él era un apasionado del flamenco, y trabajaba con su padre ganadería y agricultura.
Un día decidió ir a Barcelona a trabajar como camarero, y fue allí donde empezó a cortar jamón, de manera casual, cuando el cortador de jamón se accidentó.
Se le daba bien, y le gustaba este mundo, así que poco a poco comenzó hacer bodas, banquetes, diferentes eventos en los que colaboraba.
Así, hasta que un día, después de haber ganado El Cuchillo de Oro de Lisboa, y algún otro premio. Se cruzó en su vida un sabio, que le demostró que “no sabía cortar jamón”, que le dio a probar diferentes sabores del jamón, sabor que variaba por un solo motivo: el corte.
En ese momento decidió encerrarse en un convento, y ahí fue donde describió el corte del jamón. El día que decidió salir, tenía una cosa clara, su trabajo tenía que ser valorado. Pasó de cobrar 3500 pesetas a 50000, lo que supuso que nadie le contrataba.
Hasta que un día llegó su oportunidad, en una Finca en Tordesillas, al finalizar el evento, todo el mundo hablaba de él, el restaurador se acercó a Florencio y él respondió “El jamón aparte de cortarlo hay que contarlo, hay que revelar su historia a través de los sentidos”
Este restaurador decidió contratarle para más eventos, en los que fue viendo los valores de este gran cortador de jamón, que dice que el jamón hay que cortarlo dependiendo de la hora del día, no es lo mismo cortarlo a la una cuando la gente tiene hambre, que a las cinco de la tarde, cuando la gente ya ha comido.
Este pionero del arte del corte de jamón, tuvo que pasar esa época en el que le tomaban de “loco”, quien va a creer que un jamón le habla.
Por eso a mi me cautivó, cuando conocí su historia, su pasión, su capacidad de crear, vi en él un poco de mi.
De mi locura, de mis ideas locas que nadie entiende, de mis ganas de hacer algo diferente.
Por eso hoy le dedico este post, porque la vida es crear, es creer en uno mismo, es tener la capacidad de seguir adelante aunque nadie crea en ti.
Y si, yo soy de los cree, crea, de los que sueña y trabaja para que los sueños se cumplan.
Soy de los que piensa, que cuando nos tachan de “locos” es que algo estamos haciendo bien.
¿Vosotros qué pensáis?
20 mayo 2016 - 16:00
Hace un buen arte en el ambiente culinario puesto que genera un aspecto emotivo y de pensamiento sobre lo que realiza, grandioso post para conocer mas aspectos sobre esta persona y su arte.