Son muchos los momentos en los que el queso nos acompaña, cuando compartimos con amigos, si tomamos un vino después del trabajo, en una cena en familia. Es importante disfrutarlo, pero también es importante saber cómo hacer una cata de queso de manera correcta. ¿Cuáles son los aspectos que tenemos que tener en cuenta?
Para realizar una cata de queso correctamente deberíamos utilizar los cinco sentidos, son muchos los matices que podemos apreciar del queso y cada sentido nos hace valorarlos de manera diferente.
La vista, lo primero que realizamos es un examen visual del queso, lo apropiado sería poder ver la pieza entera además de la cuña o porción que vamos a tomar. A través de la vista podemos apreciar algunos aspectos del producto, la forma, dimensiones, color.
Una vez que cortamos el queso, podemos ver el tono de la pasta, así como las características de su superficie. El color de la pasta nos indica con qué leche está elaborado el queso, si el tono es blanco está elaborado con leche de cabra. Los quesos elaborados con leche de oveja tienden a ser de color marfil y los de leche de vaca tienen un color entre blanco pajizo y amarillento.
Tacto, aunque no lo creáis tocando el queso también podemos apreciar cosas de él. Primero sentimos con las manos y también con la boca. Al introducirlo podemos notar si es rugoso, elástico, percibimos el grado de humedad.
Olfato, quizás sea el órgano más importante con el que catar un queso, a través del olfato percibimos todo tipo de sensaciones, donde distinguir impresiones lácticas, vegetales, afrutadas.
A la hora de realizar la cata de queso a través del olfato debemos distinguir entre el olor y el aroma. Cuando acercamos el queso a la nariz, percibimos el olor y la intensidad de éste. En función de la curación del queso que estemos catando nos dará mayor o menor intensidad.
El aroma nos define el conjunto de sensaciones que detectamos por vía retronasal durante la degustación del queso. Para poder caparlo, debemos masticar durante unos segundos manteniendo la respiración, y a continuación liberamos el aire por la nariz a rachas con la boca cerrada.
Gusto, a través de la boca valoramos atributos del queso, donde percibiremos sabores elementales (por la lengua) si es dulce, salado, amargo, ácido. Además de notar la persistencia del sabor y el gusto residual o retrogusto.
El retrogusto es una sensación olfato-gustativa que notamos al final de la degustación, y es diferente a las sensaciones que hemos tenido durante su permanencia en boca.
Para finalizar la cata de queso también utilizaremos el sentido del oído, diferentes percepciones auditivas que apreciaremos en función del queso que estemos catando. Podemos apreciar esta sensación si estamos realizando una cata de un queos parmigiano reggiano, notando un crujido en el oído interno al masticarlo.
A la hora de realizar una cata de queso, el producto debe estar en las condiciones adecuadas, el queso debemos conservarlo en el frigorífico, pero 20 ó 30 minutos antes
¿Alguna vez habíais pensado que podíamos utilizar los cinco sentidos para realizar una cata de queso? Hay que tener en cuenta que hay personas que tienen algunos sentidos más desarrollados, como por ejemplo el olfato. Y puede percibir ciertos olores que otras personas no notan.
¿Os animáis a realizar una cata de queso con vuestros amigos?
Deja un comentario