Por muchas ferias que haya visitado, el día antes de que comience estoy nervioso, emocionado. ¡Cómo no estarlo antes de Alimentaria ! No puedo evitarlo. De hecho creo que esta sensación es buena; los nervios son de emoción, de ilusión, de incertidumbre. Todo se reduce a las ganas de ver vuestra cara al entrar en nuestro stand, y conocer nuestro Summum 2018.
Creo que el día que deje de sentir todo esto, dejaré de asistir a las ferias. Esto es como cuando te enamoras, que sientes algo en el estómago cada vez que ves a esa persona. Qué bonitos sentimientos, ¿verdad?
Así me siento yo hoy, como un enamorado ante su primera cita. Y antes de una primera cita piensas mucho las cosas, qué te vas a poner, a dónde podéis ir, a qué hora quedar. A veces, hasta piensas que vas a decir o de qué temas vais hablar.
Quesería La Antigua, Alimentaria 2014
Y luego… nada de todo lo que has pensado haces, porque de repente ¡magia! Todo fluye, parece como si siempre hubieseis estado juntos, y aunque esos nervios siguen ahí, ya no importan.
Porque solo importa la persona que tienes delante, lo que ella te hace sentir y ni si quiera te das cuenta que el mundo sigue girando. Esto es lo que sucede cuando me siento en un mesa con vosotros, cuando nos encontramos en el stand después de mucho tiempo y comenzamos a charlar, os cuento todo lo que el queso significa para mí y en ese instante se para el tiempo; porque el queso es mi vida.
Son muchas las horas que pasamos en el stand, muchos los ratos para organizarlo todo y muchas las personas que durante estos cuatro días vais a visitarnos, pero al final podemos resumirlo todo en una sonrisa, una mirada, un recuerdo. En un abrazo, o en un apretón de manos.
Al final, todo se reduce a lo que sentimos. Porque estoy seguro que todos recordáis la primera vez que visteis a esa persona, la mirada tras la que se escondían las ganas de comeros a besos, y los abrazos en silencio.
Perdonad que vuelva a comparar lo que siento antes de comenzar Alimentaria con dos enamorados, pero como os he dicho hoy siento los nervios de la primera cita. Hoy nos ponemos guapos, para que mañana todo sea un éxito.
Hoy soy yo el que siente, el que está emocionado, nervioso, y espero que mañana seáis vosotros los que sintáis esas mariposas en el estómago. Mañana tenemos una cita, mejor dicho la cita, porque después de ella todo será diferente, o al menos así lo espero yo.
¿Cuántas veces habéis recordado una primera cita? Espero que la de mañana, la recordéis siempre.
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